Blogia
Castillos en el aire

...

Dame algo para poder odiarte. Ayúdame, porque necesito odiarte cuando te vayas. Necesito algo que me ayude a asomarme a comprender porque lo estas haciendo. Necesito comprender absolutamente todos los puntos de porqué te vas con ella, porque a estas alturas, todavía no los entiendo. Necesito entender (porque es la única razón lógica que se me ocurre) que es porque a mi no me quieres, no de esa forma, y a ella nunca has dejado de quererla. Necesito escucharte decir que ella es esa persona de la que ya no quieres separarte nunca y yo no lo soy, esa por la que incluso tú, te volverás dependiente. Necesito que me digas que es tan especial y tan importante que se merece que cambies toda tu vida por estar con ella. Y yo no lo soy. Y nunca lo fui. Necesito que me lo digas. Necesito poder odiarte con esos argumentos. Y si no odiarte, llegar a entenderte en algún momento. Entender porqué a pesar de todo (…lo que tenemos…) me has dado una fecha, el 14 de marzo. Entender que lo que estás haciendo estos días es alejarte poco a poco (o mucho a mucho) de mi, y que yo no diga nada del tema y haga como si nada aunque hayamos pasado de vernos casi todos los días a estar cuatro días casi sin hablar, y ni aún así consiga enfadarme, te facilita las cosas. Entender que soy tonta, por todo esto, por no poder odiarte, por no poder odiar nunca a las personas a las que quiero o he querido.
Y si no puedes hacerlo, si no puedes darme argumentos sólidos, y estoy segura de que no podrás (…porque nosotros también somos demasiado importantes…), entonces creo firmemente que deberías replantearte qué va a pasar el 14 de marzo. Pero de verdad.
Y lo más triste de todo es que sé que no te replantearás nada, que es como si te obligaran a hacerlo, como si la decisión ya estuviera tomada y tú no pudieras cambiarla.


Y no, sé que no estoy siendo egoísta.

 

(((Y mientras tanto he cumplido 24 años y he estado días y días sin poder entrar a mi propio weblog por culpa de unas www de más…)))

1 comentario

anonimo -

No te preocupes, se ha ido con ella.
Y cuando viene se enrolla con otra. Que no eres tú, vale.
Pero por lo menos no eres la cornuda. Él se conoce así mismo y me imagino que algo te aprecia para no quedarse contigo y no hacerte eso, porque sabe que nunca cambiará. No sé si es un consuelo, pero al menos me alivia que no seas tú la que lo pasa bien con él porque no ve la realidad.
Te aprecio desde hace poco...
Un beso